Reformas integrales para alquilar

La primera pregunta que se nos puede venir a la cabeza es si merece realmente la pena reformar un piso para alquilarlo. La respuesta es afirmativa con toda seguridad. Hacer las reformas pertinentes en un piso te puede hacer incrementar la renta del piso en torno a un 30%. Además a un piso reformado será mucho más fácil encontrarle un inquilino óptimo y por tanto mejorarás tu calidad de vida como casero e incrementarás los ingresos porque está menos tiempo en el mercado.

En este artículo te daremos algunos consejos a tener en cuenta si estás dispuesto a hacer una reforma en casa para alquilar tu vivienda.

 

  1. Los inquilinos.

Importante tener en cuenta a quien estoy orientando la vivienda. En función de esto haremos unas reformas u otras completamente diferentes. Será diferente si tenemos un piso con más de 3 habitaciones en una zona universitaria o si se trata de un piso con pocos metros cuadrados en el corazón de la ciudad.

  • Si cogemos el primer ejemplo, será un piso dedicado a estudiantes, por lo que recomendamos que el piso esté completamente amueblado ya que no suelen contar con mobiliario cuando se mudan de sus ciudades de origen. Ten en cuenta que estos inquilinos no serán de larga duración puesto que un curso académico dura 9 meses. En este caso te conviene invertir en reformas más funcionales, sistemas que consuman poca energía, muebles de buena calidad que soporten la rotación de los inquilinos.
  • Si hablamos de la segunda opción, el caso de que fuera una familia o una pareja, probablemente sea diferente el periodo de estancia en la vivienda. Entonces empieza a merecer aún más la pena revisar bien las estancias de la casa. Es importante que la casa se vea bonita y moderna para que cuando la visiten los futuros inquilinos se vean viviendo en ella. Baños y cocina son las habitaciones que suelen estar más obsoletas. Puede ser el caso de cocina de gas, encimeras deterioradas, mobiliario antiguo, instalación de más de 15 años, bañera en vez de plato de ducha, sanitarios antiguos, mala iluminación).

 

  1. Presupuesto.

Antes de empezar a imaginarte como quedará la casa, es muy recomendable que pienses el presupuesto máximo que estás dispuesto a gastarte. Márcate un objetivo de renta al que quieres alquilar la vivienda tras un estudio previos de los alquileres de la zona y a partir de ahí empieza a proyectar. Puedes hacer un cálculo de rentabilidad para saber cuántos años tardarás en recuperar lo invertido. Esto no es del todo cierto porque hay que añadirle el plus de que estás mejorando tu propiedad, no es dinero perdido. Además el hacer la reforma te dará mucha más seguridad en el hecho de que el piso se alquile, porque si tardas 2 años en alquilarlo, es dinero que estás perdiendo. Aún así no está de más que hagas estás cuentas para que te des cuenta de la rentabilidad de la reforma y calcular cuanto ganarás de más al piso reformado comparando las rentas de antes y después.

Ten en cuenta que depende de la reforma que hagas el piso tendrá una durabilidad u otra. Si solo le das una mano de pintura al piso, que tendrá una durabilidad de 3-4 años, a hacer una reforma integral de baños o cocina que no tendrás que volver a preocuparte en los próximos 20 años.

Una vez tengamos clara la envergadura de nuestra reforma, llega el momento de pedir presupuestos. Siempre recomendamos pedir varios para tener opción de comparar. Procura que te den un presupuesto desglosado donde expliquen cada una de las partidas y lo que incluye. Es mejor asegurarte de que no haya imprevistos en el futuro que te puedan descuadrar.

 

  1. Aspectos claves para triunfar.

Antes de empezar la reforma te daremos un consejo muy importante; busca a alguien que te asesore y sobretodo que sea de confianza. Un profesional te ayudará a sacar partido a tu casa y a aprovechar los espacios. La experiencia les avala y enseguida se darán cuenta donde debes fijar la iluminación o el aislamiento. Te harán un a distribución para que tu vivienda parezca mucho más grande de lo que antes parecía además de luminosa.

  • Luz natural: Si puedes, elimina barreras y tabiques que hagan que tu vivienda se oscurezca. Puede ser que merezca la pena renunciar a una habitación de pocos metros cuadrados que realmente no aporta, para dárselos a una estancia más grande y encima ganando luminosidad.

Otra idea que puede hacerte ganar mucha luz de manera exponencial es conectar la cocina con el salón. El hecho de eliminar esa separación conseguirá que la vivienda parezca mucho más amplia y moderna. Esta reforma es tendencia en los últimos años y cada vez más viviendas se suman a esta corriente. Colocar una isla o mesa para hacer transición entre una estancia y otra suele ser la idea preferida de nuestros clientes. La casa ganará luz, modernidad y confort.

En caso de que el piso no cuente con mucha iluminación natural tendrás que optar por iluminación artificial. Una buena opción son las lámparas sencillas con estilos neutros y con bombillas LED para aumentar la eficiencia. También puedes utilizar el truco de los espejos que dará amplitud a la estancia reflejando y potenciando la luz.

 

  • Renovación de cocina o baños: Es cierto que este punto puede ser uno de los menos económicos de la reforma, pero también lo es que puede que sea uno de los más necesarios. Hacer un lavado de cara en estas dos estancias puede marcar la diferencia. Una cocina que de la sensación de sucia o antigua no es una buena carta de presentación de cara a un alquiler. Renovar algunos detalles puede hacer que parezca nueva. Suelos, azulejos, los muebles de almacenamiento, etc.

De la misma manera ocurre en el baño, en el caso de que los sanitarios estén en buen estado y no necesiten una renovación, bastará con cambiar las tapas o las griferías. También puedes cambiar aquí suelos o azulejos si ves que el baño lo necesita. Un detalle que le de más espacio al baño puede ser cambiar la bañera por una ducha.

 

  • Pintura: Siempre recomendamos colores neutros, claros como el blanco o el beige. La elección de colores puede ser algo muy personal para un nuevo inquilino así que mejor no arriesgar. Por otro lado con colores claros el piso parecerá mucho más amplio y luminoso, lo cual lo convierte en algo atractivo para un futuro alquiler.

 

  • Suelos: El suelo es un elemento que sufre mucho en los alquileres ya que la rotación puede hacer que se desgaste y deteriore. Lijar o barnizarlo si es un suelo de madera o renovarlo del todo por suelos vinílicos o laminados que tiene una mano de obra muy barata ya que se colocan fácilmente en el antiguo suelo. Elijas el suelo que elijas, si que te recomendamos optar por uno resistente. El parquet puede aportarte mucha calidez a la casa y será un plus más para cuando los inquilinos vayan a ver el piso.

 

  • Renovar puertas o ventanas: La carpintería puede manifestar el paso de los años en la casa. Expuestas permanentemente a las inclemencias del tiempo es probable que estén desgastadas o deterioradas. También puede ser el caso que sean antiguas y no aíslen bien ni térmica ni acústicamente. Colocar carpinterías eficientes ayudara a ahorrar en la factura y a contribuir con el medio ambiente. Las ventanas son responsables de la pérdida de aproximadamente el 20-30% del calor que produce el sistema de calefacción que tengamos en casa. Esto será una buena inversión a largo plazo ya que las carpinterías de buena calidad tienen una durabilidad de 40-50 años.